jueves, 2 de octubre de 2014

Andrés Roca Rey / EL VALOR TAMBIÉN ES ARTE




 Con el mano a mano entre los novilleros peruanos Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós, vuelven los toros a la Plaza de Acho de Lima en la versión del 2014 de la Feria Señor de los Milagros. Ambos diestros llegan de triunfar en Europa y como hace tiempo no se veía en el Perú, hoy contamos con dos auténticos toreros, con arte y valentía. A continuación una entrevista a ARR.

       


Una entrevista de Pla Ventura. El diestro peruano, Andrés Roca Rey emociona como torero y, sin duda, como individuo de la calle. Digamos que su toreo es alegre y contagioso, pero no es menos su don de la palabra con el que convence. Es un primor conversar con este diestro venido de la tierra de los Incas, dispuesto, eso sí, para lograr el estrellato como torero.


Andrés Roca Rey empezó como novillero al más puro estilo Michelito, es decir, siendo apenas un niño y ha cautivado en todos los países donde ha actuado; Perú, México, Venezuela, Colombia y, ahora, España y Francia donde hace pocas fechas se presentó con picadores en tierras galas con un triunfo de clamor. Con esa alegría debutó con caballos Andrés Roca Rey


-Matador: No pudiste empezar mejor tu andadura como novillero con picadores, nada más y nada menos que saliendo por la puerta grande. ¿Notaste la diferencia entre los erales y utreros?


No. Y lo digo convencido puesto que si de experiencia hablamos, para mi suerte, tengo muchísima, no en vano he toreado mucho en distintos países como usted apuntaba. Digamos que me siento muy preparado para este nuevo reto.


-Como pudimos comprobar, en la temporada pasada fuiste el amo absoluto en lo que a las novilladas sin picadores se refiere; triunfos por doquier, actuaciones de gran nivel y el éxito como norma. Es cierto que apenas tienes dieciocho años pero, ¿tienes miedo de que cuando se pase el fulgor de tu juventud las exigencias sean mayores y pueda apagarse tu estrella?


Mientras yo sea capaz de sumar triunfos no hay temor de nada; el problema será mío si no soy capaz de conseguir el éxito como ahora pero, como usted comprenderá, en mi mano está de que eso no ocurra. Como quiera que mi disposición siga siendo la misma, a poco que me acompañe la suerte me veo capacitado para conseguir el triunfo.


-De tu parte, matador, es emocionante el riesgo que asumiste desde Perú puesto que, al respecto de tu carrera, podías haber hecho como tu hermano Fernando, quedarte en tu país y, como él hace, triunfar en Perú; pero tú querías más, razón por la que te viniste a España. ¿Qué ocurrió para que llegaras a España?


Allí en Perú tuve la suerte de encontrarme y conocer al maestro José Antonio Campuzano que, nada más verme me propuso venirme a España con él; lo difícil era convencer a mi mamá para que me autorizara, pero lo pudimos lograr y estoy muy feliz entre ustedes. Obvio resulta decirle que, la propuesta del maestro me ilusionó como nadie lo hubiera hecho en el mundo; eso de hacerme torero en la Madre Patria, sin duda es el sueño de todos los toreros de Hispanoamérica.


-Por todo lo que he podido saber de tu tierra, Andrés, allí, respecto a los toros reina una alegría desbordante que nada tiene que ver con nosotros; es decir, en Perú se vive la fiesta de los toros con una alegría inusitada, con una pasión que, ciertamente, ya la quisiéramos para nosotros. ¿Qué cambios has notado al respecto?


Dice usted muy bien. Pero ser torero en Perú, con todos mis respetos para mis compatriotas toreros, es algo muy limitado; mis ambiciones eran otras, por ello me vine a España; acá la fiesta es de otro modo; más seria, con más rigor; no sé si mejor o peor que la nuestra, pero para ser alguien importante en el mundo de los toros hay que triunfar en España. Bien es cierto que, en Perú, todo funciona con otra concordancia; es decir, allí la fiesta es patrimonio de todos y todo está acorde para que pueda asistir todo el mundo a los toros; son otros planteamientos que, como le digo, allí han dado unos resultados excelentes.


-Me llama siempre la atención, Andrés, por todo lo que me han contado y he visto en muchísimos reportajes, en Perú se llenan todas las plazas; donde fuere, en el pueblo que se quiera, pero siempre están los tendidos abarrotados. ¿Dónde está el secreto?


Nosotros tenemos otro mundo, otra fiesta donde el protagonista es la alegría como eje fundamental de la fiesta de los toros. Por supuesto que el nivel de exigencia es menor en todos los órdenes; no hay el sentido crítico que tienen ustedes y la gente llena los tendidos para disfrutar; repito que no entro en valoraciones puesto que, como usted sabe, yo elegí el camino más duro, la tremenda responsabilidad que se tiene cuando se quiere ser torero en España, pero no desdeño para nada lo que ocurre en Perú que es algo muy respetable.


-Me parece muy bien lo que me cuentas pero, algo debe de haber allí para que la fiesta de los toros sea la gran fiesta para los peruanos que, para colmo, vuelvo a incidir, en un país relativamente pobre, jamás veamos una plaza de toros vacía. Ahora que recuerdo, algo de donaciones me contó el matador David Gil, diestro querido y respetado en Perú. ¿Qué es eso de las donaciones?


Nosotros, como usted dice, en Perú tenemos menos recursos que en España, pero en todos los órdenes. Pero allí se da mucho lo de la dádiva taurina que no es otra cosa que, en muchos sitios, amantes de la fiesta de los toros, personas con recursos económicos, donan toros para que se puedan celebrar las corridas de toros. Siendo así, la empresa con tal de reunir la plata para los gastos cotidianos de cada festejo y el sueldo de los toreros, esa es la razón de que las entradas son muy baratas, por ello se llenan las plazas de toros.


-O sea que, ante lo dicho, Andrés, deberíamos de tomar nota los españoles. ¿Verdad?


Son conceptos muy diferentes y, sin duda, nunca extrapolables de allá para acá; allí todavía se vive ese romanticismo exacerbado del que disfrutamos; acá la fiesta gira por otros derroteros, ni mejores ni peores, pero muy distintos. Nada que ver un mundo con el otro.


-Allí en Perú has toreado mucho pero, ¿qué sabes de Acho; es decir, has toreado en la más que bicentenaria plaza alguna vez?


Sí. Guardo un recuerdo muy especial en dicha plaza puesto que me cupo la fortuna de torear un festival allí con el maestro Víctor Méndez, tarde de la que tengo un recuerdo inolvidable, apenas era yo un niño.


-Tras analizar lo que ha sido tu trayectoria artística, sin temor a equivocarnos ya podemos decir que eres un torero del mundo. ¿Cierto?


Para mi fortuna he toreado en casi todos los países donde existe tradición taurina, habiendo proliferado en Perú, lógicamente, Venezuela, Colombia y en México, un país del que tengo recuerdos muy gratos.


-Esa temporada pasada tuya, Andrés, ya la firmarían, respecto a los éxitos obtenidos de tu parte, la mayoría de los matadores de toros; saliste en hombros la práctica totalidad de todas tus actuaciones que, si no recuerdo mal, fueron casi treinta. ¿Dónde está el secreto de tu éxito?


Yo diría que en la disposición; soy un convencido de lo que hago; sé la responsabilidad que el maestro Campuzano asume ante mi persona y, ante todo, no debo de defraudarle; es un bien para los dos, pero es tanto el respeto y la gratitud que tengo por el maestro que, todo esfuerzo siempre será poco en su honor.


-Tus palabras respecto al maestro son las más bellas del mundo pero, las mismas, previamente, se las dijeron muchos y le dejaron en la estacada. ¿Crees que la ingratitud es el peor de los pecados entre los toreros y poderdantes?


No soy nadie para valorar las actuaciones de otros compañeros, pero sí comprendo el dolor que pudo haber sentido el maestro al respecto de las ingratitudes que ha sufrido pero, para mi dicha, lo digo con orgullo, no será mi caso; muy mal bicho  sería yo si no valorara todo lo que Campuzano está haciendo por mí.


-Tras el triunfo de clamor que obtuviste en tu presentación con picadores, imagino que te espera una temporada apasionante. ¿Es así?


Esa es nuestra ilusión y al respecto así está trabajando el maestro. Confío mucho en mis posibilidades y, como el pasado año, triunfo a triunfo, ir logrando posiciones importantes entre la novillería. Queda mucha temporada por delante, muchos ciclos de novilladas en las que pretendemos entrar con toda justicia.


-¿Ves cerca tu alternativa que, al paso en que caminas artísticamente, hasta presagio que, en su momento, será todo un acontecimiento?


De momento tengamos los pies en el suelo; es todo un sueño el que me alberga, pero que le pido a Dios que sea pronto una realidad. No quiero precipitarme en nada; juventud la tengo toda, me queda una vida por delante y no podemos dar un paso en falso.


-Te quería preguntar cómo es tu toreo pero, en las dos veces que te he visto me sobran argumentos para definirlo; una entrega apasionada que puede con todo. Por cierto, tras tus actuaciones, ¿has tenido alguna vez la sensación de que te dejaste algo por hacer?


Para nada. Como usted dice, lo mío es una entrega total porque pienso que tampoco puede ser de otra manera. Nadie concebiría y mucho menos entendería, a un novillero sin entrega. Como dirían ustedes, los críticos, un novillero tiene que ser eso… un novillero totalmente entregado, sin el menor atisbo de duda en todo su quehacer; es decir, que mi labor cale en el sentir de todos los aficionados.


-Soñemos: Plaza de toros de Acho, feria 2015, cartel de tronío: Morante, Manzanares y Andrés Roca Rey. ¿Qué te parece la idea?


Como usted decía, todo un sueño el que espero se convierta en realidad. Ilusiones las tengo todas y de mi parte nada quedará por hacer. Luego, claro, será el destino el que tenga la última palabra.


-Mucha suerte, matador, Andrés Roca Rey.


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