lunes, 25 de agosto de 2014

Alejandro Talavante / OPUS DE LA SENSIBILIDAD SINCERA





Que viene a Lima, a los toros este pedazo de torero, Alejandro Talavante, un joven espada que camina de viejo. Para Talavante, el buen toreo "es sensibilidad, naturalidad y entrega sincera. El abuso de la técnica y de los recursos fáciles te aleja de la pureza y de tus propias raíces. Y me he dado cuenta de que puedo transmitir más a la gente haciendo lo mismo, pero colocándome más derecho, más de frente y más cruzado con los toros".



La mañana de su confirmación de alternativa se perdió por las inmensas galerías del Museo del Prado para evadirse de la responsabilidad que le esperaba. De aquello han pasado siete años, pero Alejandro Talavante (Badajoz, 1987) no lo olvida: "Fue por recomendación de Corbacho para soltar nervios". Por la tarde conquistó la Puerta Grande: "Las decisiones intranscendentes a veces son las que te conducen a situaciones transcendentales. Aquel día yo no veía cuadros, no veía nada, sólo las caras de la gente".
Hablamos de arte, pero al aire punk de Talavante: "A mí me encanta la pintura, sin ningún conocimiento. Me encanta pintar yo, quiero decir. Tengo un cuaderno para mi vida cotidiana y todos los días intento hacer un dibujo distinto. Fue un consejo que dio Joaquín Sabina y lo sigo asiduamente como evasión. Aunque sé que si me parara a comprar material nunca pintaría un cuadro".
Talavante es un torero de una carrera relativamente corta -en tiempos de toreros que se han convertido en corredores de fondo, toda distancia en el tiempo parece desmerecer- y poliédrica. Sus distintas caras (en sus inicios se miraba en el espejo de Joselito, luego en el de José Tomás, más tarde en el del Juli) han desembocado finalmente en cánones de clasicismo de la mano de su nuevo apoderado, Curro Vázquez.
La varita mágica de la conexión con los públicos siempre unió todos los rostros de Alejandro. Sus últimas tres isidradas se cuentan por Puertas Grandes que anulan el borrón del gesto cárdeno de Victorino. Para la música, Talavante también tiene cara A y cara B: "Cada momento es diferente. Hay días de Camarón y días de Mark Knopfler o los Red Hot". ¿Qué banda sonora elige para una tarde en Las Ventas? "No sé... 'Knockin on heavens door' de Bob Dylan".
El torero de Badajoz achaca en gran medida este cambio de mentalidad artística a las conversaciones con su nuevo apoderado, el diestro retirado Curro Vázquez, "que está sacando a la luz mi mejor fondo y me ha hecho tener de nuevo la ilusión de un novillero".
"Yendo por libre con Curro -añade-, me siento más joven, porque la independencia te hace estar siempre en guardia y te hace ser más honesto y sincero con el toro. Lo único que me interesa ahora es vivir para el toreo y prepararme para llegar donde me gustaría estar, porque eso se va a reflejar en el ruedo".
Se da también la circunstancia de que Talavante es el único torero que no ha hecho declaraciones ni ha emitido ningún comunicado de entre los cinco -junto a El Juli, Morante de la Puebla, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera- que este invierno se han negado a torear en Sevilla, mientras esté al frente de la Plaza de la Maestranza la empresa Pagés.
"No lo he hecho -explica-, porque creo que la gente que va a verme a la plaza o está interesada en mi carrera ya sabe los motivos exactos de esa decisión, que fue consensuada por todos, desde el mismo momento en que hicimos un comunicado conjunto".
El torero de Badajoz prefiere no incidir en antiguos problemas con la empresa Pagés, porque cree que revelarlos es "una falta de respeto hacia mi propia carrera y podría sonar a chantaje hacia la afición de Sevilla. Eso es ya agua pasada, pero de ahora en adelante afirmo que no estoy dispuesto a aceptar el mismo trato que he recibido de esa empresa en todo este tiempo".
"Lo que sí tengo que decir -insiste- es que en cualquier otro espectáculo el empresario tiene con los artistas un trato muy distinto que el que algunos empresarios taurinos, como los de Sevilla tienen con los toreros".
En ese sentido, Talavante considera que, "en pleno siglo XXI, las relaciones empresariales y mercantiles deben estar regidas por el respeto, al margen de los intereses de las partes. Pero, además de todo eso, si como empresario no defiendes tu producto de cara a los clientes, es que no tienes capacidad para llevar una plaza como la de Sevilla".
En cuanto a su cantada ausencia de los carteles de la Feria de Fallas de Valencia, que comienza también este fin de semana, el extremeño no quiere pensar que se deba a que ya no está siendo apoderado por uno de los grandes grupos empresariales.
"Quiero entender -matiza- que éste sólo es un caso más de falta de acuerdo en la contratación, no como el de Sevlla. Pienso que, si la empresa de Valencia me hubiera querido contratar, lo hubiera hecho, pero tendrían otros planes. Aun así, es cierto que la independencia te obliga a hacer más esfuerzos para defenderte en los despachos".
"Pero todo eso lo tengo ya muy asumido. Lo bueno de esto es que, cuando luchas convencido por una idea, cuando eres absolutamente responsable de tus decisiones, te expresas con más rotunidad delante del toro. Por eso -añade para finalizar- presiento que este va a ser un gran año en mi carrera".

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