Ya maduro, Diego Urdiales camina entre dos líneas, la maestría y la discreción de su personalidad. Es un torero, en el estricto sentido del término, sobrio, clásico y auténtico. No hay muchos matadores de esta catadura en el escalafón mundial.
Quiero creer. En algo. No tengo muchas preferencias, es una
necesidad indeterminada y difusa. En lo que sea ¿En el toreo actual? Quiero
creer, supongo que como todos los aficionados. He perdido la fe pero soy
recuperable. A quienes, como yo, podemos volver (quizá) a algún buen camino, la
fe es quizás lo último que nos mantiene en esto del toro.
Y justo cuando la esperanza parece desvanecerse surge de sus
cenizas un torero como Diego Urdiales y revive aquella flama que parecía que se
apagaba en mí. Mucho se podrá decir de El Juli, de Morante (de antemano pido un
disculpa al director de este sitio Morantista como pocos) y de Perera que ha
tenido una temporada magnifica, pero el toreo verdad con verdad esta temporada
lo ha hecho para mi Diego Urdiales señores. Además con toros de verdad a
diferencia de los antes mencionados y del mismísimo José Tomas.
Si tuviera que elegir al personaje del año 2014 del toreo en
España escogería a Diego Urdiales sobre todos los demás y tengo bastante claro
por qué este año es Urdiales: por sus triunfos, contados pero de peso, por su
toreo seco sin trampas, pero además y, sobre todo, por dos razones que no
necesariamente van unidas: su talento y su paciencia a no claudicar.
El talento puede ser una carga muy pesada. Te eleva, te hace
distinto, convierte en fácil lo imposible; te vuelve único pero también te
exige, te incomoda, te lleva al límite. El talento, cuando no estás dispuesto a
desperdiciar ni un gramo, te obliga a intentar siempre mucho más, después un
poco más y luego más todavía.
Diego camina entre dos líneas, la maestría y la discreción
de su personalidad. Es un torero, en el estricto sentido del término, sobrio,
clásico y auténtico. No hay muchos matadores de esta catadura en el escalafón
mundial.
La suya ha sido una temporada corta, pero triunfal, además
de que la mayoría de los triunfos han sido en plazas de gran relevancia y
exigencia. En Francia protagonizo tres tardes muy importantes en Mont de
Marsan, Dax y Ceret. En la primera de ellas logró una puerta grande con una
corrida de Victorino Martín.
Hace unos días en la Feria de Otoño pudimos ver la
consolidación de Urdiales como “torero de Madrid” tras una actuación sobria,
pero de mucho arte y calidad con toros de Adolfo Martín.
Lo de Urdiales no es ninguna casualidad, es un ejemplo al no
claudicar, ni siquiera en los momentos difíciles y vaya que los ha pasado este
torero. Lo que ha recogido Diego en este 2014 es el fruto de aquello a lo que
le ha dedicado su tiempo, su energía, su esfuerzo y de querer en verdad su
vocación.
Pero como lo suyo nunca ha sido el conformismo, tendrá que
seguir luchando en el 2015 contra aquello que ha tenido que enfrentar en
circunstancias adversas toda su vida profesional y que no le ha permitido
todavía una temporada en la cima; el sistema taurino actual, del que ya sabemos
“tiene la capacidad de digerir lo que no le conviene”.
No sé a dónde llegara Urdiales el próximo año, ni sé si
lograra vencer al sistema y ponerse en figura del toreo algún día. El mismo
tendrá que ser consciente que hoy más que nunca no se podrá permitir tardes
frívolas, ni dejar pasar las oportunidades que seguramente le llegaran en las
próximas ferias importantes en Europa y América.
Y aunque a los periodistas a veces se nos olvida y nos puede
más una faena fugaz o un apellido, que sean estas líneas un reconocimiento para
un guerrero, que solo hablando con su toreo y en la plaza nos ha dicho que no
todo está perdido para todos aquellos que disfrutamos del toreo clásico, seco y
profundo. Gracias Diego.
Por Fernando Ortega / De Sol y sombra (13/10/2014)
BIOGRAFÍA
Diego Urdiales Hernández.
Arnedo (La Rioja), 31 de mayo de 1975.
Presentación ante el público: 19 de marzo de 1988, en Arnedo
(La Rioja).
Presentación vestido de luces: 2 de octubre de 1988, en
Arnedo (La Rioja).
Debut con picadores: 21 de marzo de 1992, en Arnedo (La
Rioja).
Presentación en Madrid: 9 de marzo de 1997.
Alternativa: 15 de agosto de 1999, en Dax (Francia). Toros
de Puerta Hermanos, con Paco Ojeda y Manuel Díaz, 'El Cordobés'.
Confirmación de alternativa: 8 de julio de 2001. Toros de
Guardiola Fantoni, con Frascuelo y Jesús Pérez, 'El Madrileño'.